Resumen
La nutrición tiene una influencia en el comportamiento reproductivo de la hembra bovina, pero el mecanismo por el cual se ve afectado dicho desempeño es poco conocido. Aunque las investigaciones se han centrado en la influencia de la nutrición sobre el eje hipotálamo-hipófisis, estudios más recientes han probado la hipótesis que las hormonas metabólicas, como señales nutricionales, ejercen un efecto directo en el ovario. En el ganado, el tratamiento con somatotropina bovina recombinante (rGH) aumenta la población de pequeños folículos ováricos; esto está asociado con el aumento en las concentraciones circulantes de insulina y con el factor de crecimiento insulínico I (IGF-I). Otros estudios, tanto in vitro como in vivo, demuestran la importancia de la acción conjunta del IGF-I o la insulina con la FSH y la LH. También, se han obtenido evidencias de que al alimentar novillas supliendo el 200% de las necesidades de mantenimiento durante un corto periodo, se aumentan las concentraciones circulantes de insulina y la población de pequeños folículos ováricos. Teniendo en cuenta los últimos hallazgos, los trabajos se han encaminado a resolver algunos problemas prácticos en la reproducción del ganado de leche. En primer lugar, tanto el tratamiento previo con rGH como el aumento de la ingesta alimentaria mejoran la viabilidad embrionaria. En segundo lugar, al formular dietas destinadas a aumentar la concentración de insulina durante la lactancia temprana, se nota un pequeño aumento del consumo voluntario y que estos animales llegan más prontamente a la primera ovulación posparto, lo cual, además, muestra un aumento de la tasa de concepción al primer servicio.