Resumen
En un Zoológico de la Sabana de Bogotá, se presentó alta mortalidad de aves por tuberculosis aviar, en un encierro en el cual habitaban dos clases de animales diferentes: reptiles y aves. Se buscó establecer la presencia del Mycobacterium sp, por medio de la identificación molecular (PCR-PRA), en una población de 19 tortugas Morrocoy en cautiverio en el Zoológico mencionado anteriormente. Se procedió a tuberculinizar a todas las tortugas, las cuales resultaron negativas y se recolectaron muestras de materia fecal y muestras ambientales (agua y suelo) y se cultivaron en medios OK/MSTA, LJ y OK respectivamente realizando baciloscopia para cada una de las muestras. De la muestras de materia fecal sólo cuatro fueron positivas a baciloscopia y de nueve muestras ambientales (suelo (n=7), agua (n=2)), cinco fueron positivas (suelo (n=4), agua (n=1)); en cuanto al crecimiento fueron negativas todas las de materia fecal de las tortugas Morrocoy. De las muestras ambientales (suelo, agua) crecieron cinco y una muestras respectivamente. Adicionalmente se obtuvo muestras de la necropsia de una tortuga Icotea, (tejido, orina y absceso) y sólo hubo crecimiento de la muestra de absceso. De la muestra de absceso se identificó Mycobacterium gordonae tipo 3, de las de suelo se obtuvo Mycobacterium avium tipo 3 y en el de agua se obtuvo Mycobacterium fortuitum tipo 1. Los hallazgos sugieren la necesidad de una vigilancia continua, que permita la identificación de la presencia de micobacterias; por medio de pruebas de laboratorio apropiadas (baciloscopia, cultivo, pruebas bioquímicas y moleculares); ya que se debe evitar que las tortugas sigan siendo parte de un ciclo epidemiológico de transmisión como portadores sanos y el contacto con los humanos debe darse sólo cuando sea estrictamente necesario, aplicando normas de bioseguridad.